Tras el hallazgo del cuerpo sin vida de un hombre de 41 años encontrado en las aguas del río Aguapey, el fiscal de Santo Tomé que entiende en la causa informó que el caso es tratado como un suicidio. Esta sospecha también es mantenida por el entorno familiar del hombre. Según el funcionario judicial en la denuncia realizada el 20 de abril por la esposa del fallecido, esta informa de “haber tenido una discusión” porque la mujer le encontró unos mensajes y le pidió que se retire de la casa esa misma noche.

Agrega que al día siguiente el hombre salió “con lo puesto” y una botella de agua, le envió algunos mensajes, transfirió dinero y no volvió a comunicarse. En los mensajes le pedía perdón y le agradecía “por los años justos”. Estas acciones fueron interpretadas como mensajes de despedida.
El fiscal también explicó que otro de los indicios que lo llevan a pensar que se trató de un suicidio es que la botella de agua apareció en el conocido "puente rojo", un antiguo paso ferroviario que cruza el río Aguapey, desde donde se habría arrojado a las aguas.
Los restos hallados contienen indicios de haber sido devorados por las palometas.