El incidente ocurrió el 13 de marzo de 2020 en el Club Deportivo y Recreativo Curuzú. El jugador R. barrió desde atrás al jugador Z., quien se reincorporó, lo "pecheó" e intentó pegarle.
Ante la agresión inminente, R. le propinó un puñetazo en la cara a Z., lo que le provocó una fractura en el maxilar.
El agresor R. alegó legítima defensa, pero los jueces de la Cámara César H. E. Rafael Ferreyra, Ricardo Horacio Picciochi Ríos y Claudio Daniel Flores desestimaron el argumento.
En el fallo, el doctor Ferreyra explicó que "en los torneos y partidos, (…) incluso ante la actitud vehemente de uno de los intervinientes en el juego, no se responde racionalmente con un golpe de puño en el rostro".
El juez sostuvo que el golpe no impidió la agresión que Z. amagaba, sino que se trató de una agresión. En ese sentido, R. no cumplió con el deber de evitar toda confrontación y no dañar a terceros.
En el fallo, los jueces confirmaron la decisión y obligaron a R. a pagar $1.026.450, en concepto de indemnización por daño psicológico, daño moral, gastos médicos, traslado y alimentación, más intereses.
CONDENAN A JUGADOR DE FUTBOL A INDEMNIZAR A SU RIVAL

Un jugador de fútbol 5 de la ciudad de Curuzú Cuatiá fue condenado a pagar más de un millón de pesos a su rival por haberlo agredido con un golpe de puño durante un partido.